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Disculpas públicas de Nikol Opazo Gonzalez por el delito de Injurias y Calumnias

  • Claudia Sofia Rothschild
  • Aug 12
  • 3 min read

Updated: Aug 20

Hace dos meses fui brutalmente traicionada por una, en ese entonces, gran amiga, con quien habíamos estudiado Derecho y al menos por mi parte, compartimos una amistad. Para mí, ella era mi amiga, para ella, quizá yo era competencia, un foco de envidia, quién sabe. Creo que voy a morir sin saber qué llevo a Nikol Opazo Gonzalez a querer destruir mi vida y a esta altura, no me interesa saberlo.


Nikol era una persona a quién le abrí las puertas de mi casa, a quién le di un espacio en mi vida, a quien le confié mis más grandes miedos. Ella me hizo creer que - en sus propias palabras - "eramos familia" y confié en ella. Nunca, en mis 40 años pensé que ella, la persona que comía en mi casa, la cual llamaba cada mañana para saber de su bienestar, la persona a quien le abrí la billetera por su condición de "amiga incondicional", a quien le ofrecí pagar la universidad para que no viera truncado su sueño por problemas económicos, iba a querer usar mis miedos en mi contra y fue así como ella, en conjunto con una periodista, decidieron destruirme en televisión pública.


La verdad? Jamás pensé que había sido Nikol. Nos habíamos distanciado porque ella había cometido errores en mi empresa, en un afán personal por querer sacarla de un mal estado económico, le abrí también las puertas de mi empresa y de mis clientes. Pero ante un performance paupérrimo, decidí tomar distancia, respetar la amistad y no decirle nada, simplemente aguantar el golpe y arreglar sus dramas. "Cuando se me pase la mala onda voy a hablar con ella, porque si hablo ahora, le voy a decir pesadeces" pensé y avancé con mi vida.


Pero no. En vez de respetar mi silencio, quizá devolver el dinero, pedirle disculpas al cliente que había afectado con su pésimo performance, ser decente, decidió unirse con una periodista y hundirme públicamente.


Me negué a creer que hubiera sido mi amiga la que estaba en la televisión haciéndome mierda. Era imposible. La Nikol que yo conocía no habría hecho eso jamás. Pero mis compañeros de universidad comenzaron a llamarme para decirme que la mujer con la cara borrosa (porque en su cerebro pensó que nadie la iba a conocer) era mi gran amiga Nikol Opazo Gonzalez, me mandaron pantallazos y ahí me di cuenta que jamás la conocí.


Tuve que querellarme y arrastrar a mi "gran amiga" a un tribunal para que reconociera que había mentido públicamente. Pensé que al verla iba a sentir algo, dolor, tristeza, rabia. Pero no fue así. Nikol ya estaba muerta para mí. Mi "gran amiga" murió el día en que traicionó mi confianza. El día en que decidió dañar a un cliente, el día en que prefirió irse con $2.800.000 en el bolsillo y perder 4 años de risas, de confianza, de cariño, de puertas abiertas, billetera abierta, corazón abierto. Así que frente a mí, había un zombie, un cuero, una cáscara vacía. No me provocó nada, y ahí me di cuenta que para mí, Nikol Opazo Gonzalez, no existe y quizá en mi mente, en ese querer ver el bien en los demás, la vi como una gran persona que claramente jamás fue.


En virtud de esa amistad que ya fue, subo el video de la audiencia, del 8vo Tribunal de Garantía de Santiago donde tuve que llevar a mi "gran amiga" Nikol Opazo Gonzalez para pedir disculpas públicas o ir a juicio oral, porque nobleza obliga y de algun modo es importante que se sepa que al menos, a punta de ser querellada, pidió perdón por haber hecho uno de los actos más asquerosos y viles que me ha tocado vivir.


Actualizacion: La Universidad de las Américas, donde Nikol Opazo Gonzalez asiste regularmente para ser abogado, la sancionó con 4 semanas de suspensión por su violación a la ética y al reglamento universitario. Yo? fui absuelta de sus acusaciones, que fueron falsas, obviamente.

Qué sigue ahora? Apelar para conseguir su expulsión definitiva de la Universidad. Me pregunto quién podría querer contratar a un abogado o a un prevencionista de riesgos con esa ética.






Disculpas Públicas en calidad de autor de Nikol Opazo Gonzalez a Claudia Sofia Rothschild





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